Categoría: Escorts

Mis pechos firmes aguardan sentir tus caricias y besos, yo te voy a devolver el placer de mis mimos. Cuando contemples mi cuerpo desnudo, y sientas el tacto de mi piel, descubrirás sensaciones intensas que jamás pensaste probar.

Cuando me plantean algo, lo admito y lo disfruto. Meditar en alternativas sería complicarse, por lo que me adapto. En el caso de no haber propuesta alguna, planteo yo. Simple, sencillo y un tanto obvio.

Está en un tren que ha llegado a una parada en un sitio vacío, en la mitad de la nada, una estación de un pueblo perdido. Está en la puerta, apretujada por un montón de pasajeros inquietos y ansiosos por bajar. Estruendos, confusión, maletas, equipajes, todo.

Tus objetos y posesiones se contagian, por decirlo así, de la estética de tu persona, y a la inversa. Todos hemos oído alguna vez que parecemos más atractivos montados en una moto de gran cilindrada o bien en un descapotable costoso. Y la verdad es que… es cierto.

Le afirmó a Laura que asumiera la posición y observó de qué manera las mujeres abrían sus piernas y agarraban sus brazos por detrás de su espalda. Terry tomó la fusta y golpeó suavemente el anillo de su pezón. La dejó caer entre las piernas de Laura y acarició la interior de sus muslos.

Ahora, probablemente aprovechará la oportunidad para hacer gala de su excepcional conocimiento en la rama de fragancias, colonias y perfumes importados. Ninguna mujer se resistiría a ayudar y también impresionar a un hombre tan generoso y fino como usted.

Un Dominante, un Sadista o un Superior pueden empuñar un flagelador, y por su apariencia externa pueden parecer lo mismo; la diferencia está en la intención de los azotes, la percepción del receptor y lo que no se puede ver.

Por fortuna, como las mujeres han descubierto que son seres tan sexuados como los hombres, vamos abandonando los confusos y peligrosos mensajes cruzados de las generaciones anteriores. ¡No por fin significa No! ¡Y Sí por fin significa Sí!

En ciertos semáforos de la ciudad de Buenos Aires, aparecen trapitos que, sin que se lo soliciten, limpian el parabrisas a los automovilistas. Ellos dan el servicio sin que nadie lo solicite, mas luego, en el momento en que ya se recibió, reclaman el coste o bien una paga. Es una venta forzosa.

Sería demasiado falso decirte que puedes cambiar las emociones que genera tu cabeza como por arte de birlibirloque. Eso es algo muy complicado. Mas lo que sí puedes hacer es distraerla, llenarla de instantes alegres y dejar que ella haga el resto.